Los textos escritos pueden ser expositivos o argumentativos. El primero se usa para dar a conocer una información, mientras que el segundo, para convencer a la audiencia.
El texto expositivo es un texto o discurso cuyo objetivo central es dar a conocer un tema o información a los receptores (lectores u oyentes). Como su nombre lo indica, corresponde al tipo de construcción lingüística que se emplea cuando redactamos un trabajo escrito o preparamos una disertación en los que exponemos uno por uno los puntos relevantes y necesarios para que quienes leen o escuchan comprendan de qué trata nuestro discurso.
En el texto expositivo prima la función referencial del lenguaje, de modo que para lograr su objetivo, el autor o emisor del discurso debe poner atención al contexto en que se transmite el mensaje (las características del público receptor y el espacio en que se produce la recepción), con el fin de emplear un lenguaje claro y ser lo suficientemente explicativo del tema que desarrolla.
Por ejemplo, si tienes que disertar frente a tu curso, no es lo mismo hacerlo sobre un tema que se ha discutido anteriormente en clases y que, por lo tanto, la mayoría conoce, que hacerlo sobre un tema absolutamente nuevo; esto determinará el nivel de profundidad que debes alcanzar en tu desarrollo del tema, o bien, la cantidad de puntos de deberás abordar. Del mismo modo, no es lo mismo que expongas frente a tu curso que frente a un curso de alumnos más pequeños, o que lo hagas en la sala de clases a que lo hagas en un auditorio frente a todo el colegio, etc.
Para que un texto expositivo sea eficiente al transmitir información, debe organizarse según la siguiente estructura básica:
- Introducción: es la primera parte del texto, en la que se presenta el tema que será desarrollado a continuación junto con el propósito del autor. Si se quiere pueden anticiparse los siguientes pasos o fases de la exposición. Lo ideal es que la introducción logre despertar el interés del lector o auditor o captar su atención.
- Desarrollo: puede identificarse como el “cuerpo” del texto, en que las ideas expuestas se van ordenando por párrafos, mediante los cuales se construye el sentido general del texto.
- Conclusión: es la última parte del texto, en la que se hace una breve síntesis de lo expuesto, reiterando los puntos más importantes para finalmente señalar la o las conclusiones o resultados obtenidos, y, en ocasiones, la opinión personal del autor.
Por último, existen varios tipos de organización o estructura interna del texto expositivo:
- Texto descriptivo (orden deductivo): El tema se expone al inicio del texto y a continuación se detallan las características del objeto o fenómeno tratado, es decir, se lo describe, de manera que el receptor pueda generar una imagen mental de éste.
- Texto secuencial (orden temporal): Se presentan en orden cronológico, aquellos elementos o hechos que conducen a la realización de un fenómeno o a la producción de un objeto.
- Texto comparativo (orden de comparación y contraste): se presentan ideas u objetos diferentes que se comparan entre sí, para llegar a una conclusión fundada en las diferencias y semejanzas que han podido observarse.
- Texto de orden causal: el texto ordena la información en términos de causa y efecto.
- Texto de orden inductivo: Primero se dan a conocer los datos asociados a un tema y luego la idea central respecto a éste.
Texto Argumentativo
Así como en el texto expositivo prima la función referencial del lenguaje, en el texto argumentativo prima la función conativa o apelativa del lenguaje, es decir, es un texto o discurso que se construye teniendo como objetivo principal generar un efecto en el receptor, sea lector y oyente.
Teniendo esto en cuenta, resulta sencillo reconocer las características que definen un texto, pero como una ayuda adicional, es útil conocer la definición del término “argumento”, que da su nombre a este tipo de texto:
Argumento es una razón o un conjunto de razones que se utilizan para comprobar una teoría o tesis, o bien para refutarla (demostrar lo contrario). También llamamos argumentos a los motivos que empleamos para convencer a alguien de pensar de una manera o actuar de cierto modo.
Por lo tanto, como su nombre lo indica, el texto argumentativo expone una serie de razones a favor o en contra de una idea, con la finalidad de persuadir al receptor de la conclusión final. Una situación en la que se aplica este tipo de texto es el debate, tanto aquel que generamos en clases, discutiendo entre compañeros, como aquellos que presenciamos a través de los medios de comunicación, por ejemplo, en las campañas políticas. Otro ejemplo es un proceso judicial, en que tanto el abogado defensor y el abogado acusador exponen sus argumentos para determinar el veredicto de un juez o jurado a favor o en contra del acusado.
Así como en el texto expositivo prima la función referencial del lenguaje, en el texto argumentativo prima la función conativa o apelativa del lenguaje, es decir, es un texto o discurso que se construye teniendo como objetivo principal generar un efecto en el receptor, sea lector y oyente.
Teniendo esto en cuenta, resulta sencillo reconocer las características que definen un texto, pero como una ayuda adicional, es útil conocer la definición del término “argumento”, que da su nombre a este tipo de texto:
Argumento es una razón o un conjunto de razones que se utilizan para comprobar una teoría o tesis, o bien para refutarla (demostrar lo contrario). También llamamos argumentos a los motivos que empleamos para convencer a alguien de pensar de una manera o actuar de cierto modo.
Por lo tanto, como su nombre lo indica, el texto argumentativo expone una serie de razones a favor o en contra de una idea, con la finalidad de persuadir al receptor de la conclusión final. Una situación en la que se aplica este tipo de texto es el debate, tanto aquel que generamos en clases, discutiendo entre compañeros, como aquellos que presenciamos a través de los medios de comunicación, por ejemplo, en las campañas políticas. Otro ejemplo es un proceso judicial, en que tanto el abogado defensor y el abogado acusador exponen sus argumentos para determinar el veredicto de un juez o jurado a favor o en contra del acusado.
Los elementos que operan en el texto argumentativo o bien los factores que el autor del texto considera con el fin de lograr convencer al lector u oyente son los siguientes:
- Tema: es el asunto que se presenta y se pone en discusión a fin de apoyar o rebatir una tesis.
- Contexto: es la situación en que se realiza la argumentación, en términos de espacio o lugar y tiempo o extensión. Si se trata de un discurso oral, será el espacio en que el hablante se dirige a su auditorio (ej.: un aula de clases, una conferencia, una campaña política). Si se trata de un texto escrito, el medio a través del que se difunde (ej: un informe escrito, un diario o revista, una página de Internet, un correo electrónico).
- Participantes: en cualquiera de los posibles contextos, es preciso que el emisor tenga en cuenta las cualidades de sus receptores o público objetivo, así como la relación que desea establecerse entre autor y lector o hablante y oyente (relación de autoridad, de camaradería (igualdad) o incluso de inferioridad).
El texto argumentativo comparte algunas cualidades formales con el texto expositivo; como vemos a continuación ambos se organizan en introducción, desarrollo y conclusión, sin embargo pon atención a los rasgos específicos de la argumentación que se señalan a continuación:
- Introducción: en esta primera parte del texto, se realiza una breve presentación del tema que se discutirá y no sólo de intentar captar la atención del destinatario, sino desde ya obtener una actitud favorable de su parte. El tema que se defenderá se llama tesis y puede estar conformada por una sola idea o por un conjunto de ideas.
- Desarrollo: corresponde al cuerpo argumentativo del texto y se compone de los argumentos, pruebas e inferencias (deducciones) que permiten comprobar o reabatir la tesis.
- Conclusión: es la parte final del texto en la que se vuelve a exponer la tesis y se reafirma el punto de vista u opinión que pretende transmitirse a los receptores.
- Argumentación Secuencial: puede a su vez, ser de tipo deductivo o inductivo.
- Argumentación Secuencial Deductiva: En primer lugar se presenta el tema a discutir, segundamente se plantea la tesis y luego los argumentos que la sostienen, para luego finalizar con la conclusión.
- Argumentación Secuencia Inductiva: En primer lugar se presenta el tema, siguiendo con la argumentación que luego dará lugar a la tesis. Finaliza con la conclusión.
- Argumentación Secuencial Dialéctica: opera mediante la contraposición de tesis y contra-tesis, es decir, se ordena presentando de manera alternada los argumentos a favor de la tesis y aquellos en contra. En primer lugar se presenta el tema, luego se da a conocer la tesis, se exponen los argumentos favorables a la comprobación de la tesis y luego los argumentos contrarios, finalizando con la conclusión.
Fuente: Educarchile http://m.educarchile.cl/portal/mobile/articulo.xhtml?id=206478
Excelente contenido para usar a la hora de realizar un trabajo, gracias.
ResponderEliminarMuy útil e interesante ¡Bien!
ResponderEliminarMuy buena interpretación y explicación del tema ¡éxitos!
ResponderEliminarMuy buen contenido.
ResponderEliminarExcelente informacio
ResponderEliminarQue buen contenido! Bendiciones !
ResponderEliminarEstos textos van de la mano ya que al exponer un tópico se necesitan argumentos para dar una información que convenza a la audiencia lo que se logra a través del texto expositivo y el texto argumentativo.
ResponderEliminarBuena información de los textos expositivos y argumentativos.
ResponderEliminarEstos dos son partes fundamental para la hora de emplear algún tema o algo que surja en el momento.
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